Vamos a la escena: “LAS BIENAVENTURANZAS”
Hola!… En esta segunda entrega de “Vamos a la escena”… leemos en el evangelio de Mateo 5, 1-12 aquellas sentencias bien conocidas de Jesús como “LAS BIENAVENTURANZAS”.
Quiero motivar esta escena con un lindo testimonio de un Cura amigo y hermano. Me contaban que cierto día éste Cura fue a la Penitenciaria Nacional así denominada “TACUMBU”, a celebrar la liturgia entre los hermanos presidiarios de ese lugar… como el Sacerdote acostumbraba imponer las manos con algunos Ministros que le suelen acompañar al termino de la celebración, ese día por alguna circunstancia especial no pudieron acompañarle más que solamente el que estaba para animar con su canto la Liturgia y por ende la imposición de manos iba a ser algo como complicado y llevaría su tiempo. Y como el Sacerdote tenía otro compromiso al terminar la celebración por lo que se encontró en aprietos, exclamo: “Dios mío! Qué hago?”.
Decidió lo que nunca nadie se pudiera haber imaginado… procedió a explicar que seguidamente haría una oración bendiciendo las manos de todos los presentes y que de entre ellos designaría a quienes impondrían las manos en el nombre de Jesús. Por supuesto que nadie lo esperaba... ni se lo imaginaban!...
Y aquello fue una llantería! Los podías ver sentirse indignos pero empapados de la Misericordia de Dios… todos lagrimeaban y les parecía increíble que el Sacerdote de Dios les diera nada menos que la autoridad para imponer las manos a sus propios hermanos!!!... Hermoso y muy emotivo fue aquello y sin duda…
Dios sanó a muchos corazones…. Déjame decirte que al leer el evangelio en el que se describe que Jesús al ver tanta gente sube al monte para decirles las bienaventuranzas… sinceramente te lo digo, no hay mucha diferencia entre los hermanos presidiarios y toda aquella multitud, en uno y otro lugar la Misericordia es la misma... y las gentes son las mismas… las necesidades y la sed son las mismas.
Si te haces la idea encontraras en esta escena lo que hoy mismo ves también en los grandes encuentros de oración y sanación… o ¿por qué crees vos que Jesús menciona a los sufrientes de este mundo?... es sencillo, él mismo lo dice… “NO VINE POR LOS SANOS, VINE POR LOS ENFERMOS!...”
El viene por los que tienen espíritu de pobre, por los que lloran, por los pacientes, por los que tienen hambre de justicia en sus vidas, por los que comprenden el dolor ajeno o los compasivos, por los de corazón limpio y ¿quién tiene el corazón limpio sino aquel que conoció lo que es tener lo contrario y se arrepiente?
Vino por los que buscan la paz, por los perseguidos, por los que lo siguen a El… Te digo… no debiéramos entonces siquiera maldecir las aflicciones y las enfermedades…Aunque esto parezca una ironía los grandes santos decían: “Mientras tienes problemas y aflicciones puedes estar seguro de que Dios está allí… muy cerca!... pero comienza a dudar si es que todo está muy tranquilo… entonces… Bendita enfermedad o bendita aflicción si esto me lleva a estar siempre cerca de Mi Señor Jesús!” Bendiciones…!!!
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