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DUEÑO DE MIS ANHELOS MÁS PROFUNDOS, DE LOS DESEOS MÁS INTENSOS DE MI CORAZON

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente” (Sn. Lc. 10,27) Esa pasión tal que él sea tu norte, tu puerto, el centro por el cual gira tu vida. Que Dios sea verdaderamente el dueño de tus anhelos más profundos, de los deseos más intensos de tu corazón.

 

Hoy quisiera hablarte sobre tener una vida apasionada con Dios, sabes, más que tu perfección moral Dios está buscando tu corazón, más que tu obediencia Dios está buscando tu afecto. Eso es muy importante porque nosotros hemos invertido tanto tiempo en buscar, en creer y en enseñar esa forma de pensar, y creemos que Dios está buscando primeramente nuestra perfección moral sobre todas las cosas, pero cuando lees la biblia encontrás que lo que Dios está buscando de nosotros es que tengamos un anhelo profundo por él, por tener una relación profunda con él. Dios quiere tus anhelos, quiere tus suspiros, Dios quiere los deseos de tu corazón más que tu perfección moral.

Ojo, no estoy realizando una apología a la anarquía ni al desorden moral, lo que puntualizo es que Dios lo que busca son los anhelos de tu corazón más que tu perfección moral, porque es el primero lo que condiciona al segundo. Es según lo que tengas en el corazón como vivirás y tendrás tu moralidad.

Por eso es que cuando a Jesús se le hizo, creo yo la pregunta más importante de cuando él estuvo aquí en la tierra, y la pregunta fue: Jesús, ¿en qué se resume toda la ley? Y los que le estaban haciendo esta pregunta estaban esperando que Jesús les diera una regla más, una regla de obediencia, una regla más de cómo alcanzar la perfección moral. Ese ¿en qué se resume toda la ley? En realidad era ¿Cuál es la nueva ley que nos quieres dar? Y Jesús responde diciendo que todo se resume en: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma, con todas tu fuerzas” Jesús pone las cosas en claro, que todo tiene que ver con tu corazón, con tus anhelos, eso es lo que Dios está buscando, más que poner reglas sobre vos él quiere tus anhelos, quiere tu amor.Y seguro te comenzás a preguntar, pero ¿qué es lo que se está diciendo aquí? ¿Que no son importantes las reglas? ¿Los dogmas de fé? Claro que si lo son, pero no hay que perder de vista el enfoque bíblico, como decía San Juan de la Cruz: “Ama a Dios y vive como quieras”, insinuando con eso que cuando Dios es el dueño de los deseos de nuestro corazón, nuestros anhelos, la obediencia será el resultado natural de ese amor por Dios.

Y la verdad, sabes, yo creo que hoy en día a los cristianos nos hace falta tener esta pasión intensa y pura por Dios, cristianos que digan, sientan y vivían que su vida gira completamente alrededor de Dios, que sea él la compañía de cada momento, de cada instante, con quien uno converse y cuando no sienta respuesta sentir ese anhelo desesperado por saber de él, por sentirlo nuevamente, eso es lo que necesitamos que vuelva en los cristianos modernos.

Personas así como los hombres del antiguo testamento, sabes, ellos sí que eran muy apasionados por Dios, con emociones muy intensas. Eso lo podes percibir cuando lees los Salmos o el Cantar de cantares, encontrás pasajes que evidencian tales pasiones, de cómo ellos perseguían a Dios, como lo buscaban, como dice el Cantar de cantares “se pone a mirar por las ventanas, a espiar por las rejas” (Cant. 2,9) Éstos hombres parecen estar haciendo eso todo el tiempo, buscando, espiando pistas de cómo encontrar a Dios.Ese es el secreto de una vida espiritual: ´el deseo intenso por Dios, el anhelo descontrolado por Dios, por saber más de él, por sentirlo a cada rato, por descubrir su presencia en todo´.

Como decía el salmista “Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor, estar contigo” (Sal.42, 1) Imaginate! el salmista está comparando, el llanto, el quejido del ciervo que muere de sed en un desierto, esa desesperación ante la muerte inminente, es así como el salmista dice que está su alma por querer estar con Dios.

Y qué hay del pasaje aquel: “Oh Dios, tú eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti; en pos de ti mi carne languidece cual tierra seca, sedienta, sin agua” (Sal. 63,1) Imagina cuánta pasión! ¿Alguna vez viste una tierra seca en tiempos de sequia? Cómo parece que pide a gritos por un poco de lluvia, toda caliente y en partes agrietadas, como un valle de muerte, pues así siente el salmista que esta su alma sin Dios.

En fin, lo cierto es que estos hombres del antiguo testamento estaban tan pero tan apasionados por Dios que él verdaderamente era su necesidad. Pero con el tiempo eso se fue perdiendo, y cuando Jesús vino entre los hombres se encontró con una sociedad tan preocupada por la apariencia de una supuesta perfección moral pero sin una real relación con Dios, sin buscarlo, sin necesitarlo que cuando le preguntaron en que se resumía toda esa ley a la que ellos condicionaban su vida él no les dio ninguna ley mas, sino mas bien les hablo de que deben anhelar, desear, amar a Dios, y no solo eso, sino más bien que debían hacerlo profunda, intensa y totalmente.Por eso, si te interesa tener una relación más intensa con Dios escucha la respuesta que él tiene para vos ante la pregunta: ¿qué consejo me das para poder entender y cumplir toda la ley?

Jesús dirá:“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente” (Sn. Lc. 10,27)

 

Para el uso de éste articulo por otras fuentes, el siguiente crédito es requerido:

Material producido por r.c Revolución Cristiana Paraguay

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