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COMO LO DIJESE HAMLET: SER O NO SER, ESA ES LA CUESTION

 

“El sumo sacerdote los interrogo diciendo: -Les habíamos advertido y prohibido enseñar en nombre de ese, pero ahora en Jerusalén no se oye más que la predicación de ustedes (…) Pedro y los apóstoles respondieron: -Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”(Hech. 5,28-29)

 

Para un verdadero cristiano tiene que ser imposible “deshacerse” por ratos de sus convicciones y principios, ya que ellos son inherentes a su propio ser. Por lo que, o se es cristiano, o no se es. No hay punto medio, no se puede ser ni más ni menos cristiano. “Ser o no ser, esa es la cuestión”, se es o no se es cristiano.

 

La verdad es que es tan, pero tan frecuente ver cristianos viviendo algo que mal se llama “doble vida” o “doble moral”. Aunque eso en verdad no existe, porque o se es cristiano o no se es.

Ser cristianos es como estar embarazada, por ejemplo, no se puede estar ni poco embarazada ni muy embarazada, o se tiene una vida creciendo en el cuerpo o no se tiene, o sea, o se está embarazada o no.

Así también, o se es cristiano o no. No se puede ser ni más, ni menos, cristiano. Porque los principios cristianos que hacen y determinan al cristiano como tal, son inherentes al ser humano.

Es decir, ser cristiano no se queda en el mero bautismo, siquiera en la aceptación, pues es el aceptar a Cristo y los principios que él representa los que determinan al cristiano. Y repito, esos principios no dependen, no nacen, no existen gracias a el ser humano. Aunque el hombre no existiese Dios y sus principios existirían, por ello uno no puede decir que existe o no esos valores y/o principios cristianos, y menos pretender que sean validos en determinados momentos y en otros no. Esos principios son y serán independientes a mí pensar, son realidad por cuanto Cristo es real y al declararse uno cristiano adquiere, acepta y adopta estos principios como parte de su vida.

Los apóstoles lo dejaron bien en claro cuando les dijeron que en Jerusalén ya no debían predicar el nombre de Jesús.- Ellos sabían que, aunque le representaba prisión y/o muerte segura, no podían predicar por todo el mundo a Jesús pero al entrar a Jerusalén dejar de hacerlo, como si se tratase de una túnica  que uno podía ponerse y quitarse según le convenga o quiera. Claro que no señores. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” lo dejaron bien en claro.

Para terminar, si bien es cierto que para algunas personas los valores y principios religiosos son como un “traje” que uno puede ponerse o quitarse según el lugar o el ámbito donde participe, para un cristiano…

 

Para un verdadero cristiano tiene que ser imposible “deshacerse” por ratos de sus convicciones y principios, ya que ellos son inherentes a su propio ser. Por lo que, o se es cristiano, o no se es. No hay punto medio, no se puede ser ni más ni menos cristiano. “Ser o no ser, esa es la cuestión”, se es o no se es cristiano.

 

Para el uso de éste articulo por otras fuentes, el siguiente crédito es requerido:

Material producido por r.c Revolución Cristiana Paraguay

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