top of page

SI QUIERES BENDICION TIENES QUE SACRIFICAR

 

《Hay una promesa que espera por vos, una promesa de bendición, pero si quieres la bendición que te toca, te toca sacrificar algo, aunque sea difícil y te mortifique algo debes soltar para tomar tu bendición…qué estás dispuesto a sacrificar? 》

 

Muchas veces olvidamos que Dios no solo puede darnos gracias y bendiciones sino que también quiere hacerlo. Pero, si esto es cierto la pregunta recurrente es: Porqué no tengo esas bendiciones? Porqué estoy como estoy? “Pareciera incluso que soy maldito antes que bendecido”.

 

Es aquí donde quisiera que recordemos estos versículos bíblicos tan oportunos siempre para mantenernos firmes en la promesa:

“Tiempo después, Dios quiso probar a Abrahán y lo llamó: «Abrahán.» Respondió él: «Aquí estoy». Y Dios le dijo: «Toma a tu hijo, al único que tienes y al que amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, en un cerro que yo te indicaré.»”(Gen.22, 1-2)

 

Pensemos en esto, Dios Todopoderoso, para quien nada es imposible habla a Abrahán y le hace una promesa, pero la base de esa promesa estaba en una cuestión, a los ojos de cualquier humano, imposible. Porqué? Pues la promesa que Dios hace a Abrahán se resume a una cuestión básica “Descendencia”, pero imagínense, en un anciano que tiene por esposa a una mujer estéril, prometerle descendencia como granos de arena hay en el mar. Pero si parecía a los ojos del hombre algo posible para Dios fue tan posible como hacer salir el sol un día más.

 

Ahora pareciera que la promesa de Dios será cumplida. Aunque parecía imposible él concede una descendencia a Abrahán de su esposa estéril. Mas de repente algo pasa, Dios habla a Abrahán y le pide nada más y nada menos que sacrifique a su hijo! Pero, en qué cabeza cabe pedir eso! Si era el hijo de la promesa…aparte del dolor y trauma que ya podría significar matar a un hijo, imagínense tener que matar a un hijo que siendo anciano por milagro fue concebido aun siendo ancianos y estériles, además, era el hijo de la promesa, como podría cumplirse la promesa sin ese único hijo.

Sin embargo Abrahán no protesto, sino que confiando en que Dios le hizo una promesa y no dejaría de cumplirla y que aunque pareciera que sería imposible solo Dios podía hacer eso realidad, entonces el sabía que si Dios se lo pedía, debía sacrificar para recibir su bendición, su promesa.

 

Así también nosotros tenemos la promesa, está ahí, cada quien tiene lo suyo y nadie le puede quitar, pero hay que sacrificar. Cada quien tendrá algo que sacrificar, y nos toca analizar nuestra vida para ver que nos pide Dios que sacrifiquemos (Tabaco, alcohol, droga, sexo, dinero, vanidad, orgullo, rencor, odio, heridas, etc.) nos toca escudriñarnos a nosotros mismos para saber que debemos sacrificar.

La libertad nos da cierto placer, pero siempre sentimos que falta algo mas, no nos llenamos con el simple libre albedrio, queremos mas y mas, y si queres mas, ya sabes, hay que sacrificar, y aunque la salvación es por gracia, eso no nos exonera del momento de la prueba y sacrificio:

 

《Hay una promesa que espera por vos, una promesa de bendición, pero si quieres la bendición que te toca, te toca sacrificar algo, aunque sea difícil y te mortifique algo debes soltar para tomar tu bendición…que estas dispuesto a sacrificar? 》

 

 

Para el uso de éste articulo por otras fuentes, el siguiente crédito es requerido:

Material producido por r.c Revolución Cristiana Paraguay

bottom of page