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QUERES GRANDEZA? LA CLAVE DEL ÉXITO

 

《"Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, Jesús les preguntó: « ¿De qué venían discutiendo por el camino?». Ellos se quedaron callados, pues habían discutido entre sí sobre quién era el más importante de todos. Entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos”» (San Marcos 9, 33-35)

« “Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones las gobiernan como dueños, y los mismos que las oprimen se hacen llamar bienhechores. Pero no será así entre ustedes. Al contrario, el más importante entre ustedes debe portarse como si fuera el último, y el que manda, como si fuera el que sirve. Porque ¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto. Y sin embargo yo estoy entre ustedes como el que sirve”»(San Lucas 22, 25-27)

 

Cuantas veces no escuchamos decir que el progreso material no va relacionado a una bendición de Dios. Otros “insinúan” que aspirar el éxito en tus proyectos tampoco tiene mucho que ver con Dios, pero de concretarse sus logros le agradecen a Dios. No es cierta incoherencia esto?

También están quienes catalogan como “La teología de hacerse rico como un rey” a quienes por medio de la dedicación, constancia, responsabilidad y esfuerzo en sus proyectos llegan a una excelencia que le significa un progreso en status, material y hasta popularidad y tildan esta “teología” como algo malo o como algo que no tiene que ver con Dios.

Pero que tan de cierto es que Dios prohíbe el progreso moral y material del ser humano? Acaso el único progreso que Dios puede dar es el espiritual? Sera que el único camino para llegar a él, para agradarle, es a través de la pobreza? Y aun a través de lo mediocridad? No estamos demonizando cuestiones que pueden ser bendiciones de Dios? Sí hay casos que no tienen nada que ver con Dios, que son más del mundo que de Dios, pero, tener éxito, ser prospero en la vida, triunfar en logros, todo eso, si lo hacemos de mano de Dios está mal? No es posible hacerlo con Dios?

Pero cómo logro triunfar sin ofender a Dios? Cómo logro ser el primero en lo que me toca hacer sin ofender a Dios? Cómo llego a la excelencia, a la grandeza, sin ofender a Dios?... Es esto posible?

 

Cuando Jesús encontró a sus discípulos discutiendo por quien era el primero, que no es otra cosa que una discusión de quien era el mejor, Jesús no les reprendió, Jesús no recrimino a sus discípulos cuando aspiraron la grandeza, sino que les enseña el camino para alcanzarlo.

Un camino distinto al que el sistema del mundo está acostumbrado, desde los tiempos de Jesús hasta hoy día, el de imponerse, pisotear, oprimir.

Jesús, Maestro de maestros, no les dice que no aspiren a ser grandes, a ser los mejores. Él no les dice “no, no aspiren a ser los primeros, no aspiren a ser los mejores, no aspiren la grandeza”. Lo que él les dice es que si alguno quiere ser el primero que se haga el último, o sea, les muestra el camino a seguir para ser los primeros.

Entonces ¿no está ahí la clave del éxito de muchos predicadores, sacerdotes, pastores, músicos, adoradores, productores, actores, cantantes, médicos, arquitectos, empresarios, y la de los Santos mismos? Esa es la clave de que no estuvieran en la cola, sino que estuvieran adelantados en la carrera. Que sean primeros en varios aspectos. La clave está en que ellos se hacen, se ponen, toman la actitud, viven, como los últimos, aunque en la realidad de este mundo estén triunfando y adelantándose en referencia a sus pares, ellos se siguen “haciendo” o comportándose como si estuvieran en el último puesto.

El que se cree estar en el primer puesto no se esmera, no llega temprano, no pone empreño, no da su máximo esfuerzo, para qué? Si ya llegaron al primer puesto. Que se esfuercen los demás. Sin embargo los que se sienten en el último puesto están siempre trabajando, sirviendo, limpiando, arreglando, formándose, cuidándose, velándose y desvelándose, llegando temprano y todo este esfuerzo obviamente supondrá un servicio hacia otros, nunca un estancarse y mirar que les pasa a los demás.

 

Ej.: Si tengo un grupo musical no llego y me siento a ver como se preparan los demás y yo que me siento el mejor solo espero a que esté todo y se sirve de los que los demás prepararon, no, el que se siente ultimo sabe que tiene que servir a los demás porque así algún día llegara a ser el primero, pero trabaja duro por conseguirlo, aunque la realidad en el mundo sea que Dios le regalo una hermosa voz o un grandioso talento musical e incluso la posibilidad de trasmitir unción a través de su arte y los demás lo ven y lo saben y por ello lo aman, respetan y admiran, eso lo vuelve conocido, popular, y asi su reputación como músico del Señor crece, pero él se sabe el ultimo y no el primero por ello se pone a servir pues aspira esa grandeza ante Dios, que sabe va a alcanzar si sigue el camino que Jesús dejo que hay que seguir para ser los primeros: “Hacerse los más pequeños, los últimos”

Esto es solo un ejemplo que lo podemos trasportar a cualquier aspecto de nuestras vidas.

No tengas miedo de aspirar grandeza, de ser el primero. Dios es un Dios de excelencia por lo tanto solo puede inspirar excelencia, perfección, santidad, grandeza.

No aspires poco en nombre de la humildad cayendo en la falsa humildad.

Aspira ser grande, príncipe de toda la creación, hijo de Rey, linaje real, valioso hasta el valor de la última sangre del hijo del creador. No te limites a ser un títere que otros moldeen. No te dejes sucumbir en la mediocridad. Sentite, advertite capaz de ser alguien que está en el primer lugar de la fila, lo podes conseguir, solo seguí el camino adecuado para llegar ahí, la clave que nos dejo Jesús, la clave para ser los primeros, la clave del éxito. Recordá: Querés grandeza? Ponele atención a Jesús que siendo Dios si sabe de grandeza. El dijo:

“Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos” (Sn Luc.22, 25)

 

 

Para el uso de éste articulo por otras fuentes, el siguiente crédito es requerido:

Material producido por r.c Revolución Cristiana Paraguay

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