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CAMINO A LA RECTITUD - PART.5

 

Estamos en la última parte de esta serie, si te perdiste los capitulos anteriores te dejo aqui los link a las demas partes que ya se lanzaron previamente, y despues pasamos ya a desarollar la ultima parte de la serie "Camino a la rectitud"

Part.1 - Part.2 - Part.3 - Part.4

 

Ahora veamos las características del justo. Estos son algunos indicadores de que sos una persona justa. Cuando llegues a ser una persona justa, estas características serán el núcleo de tu motivación. Incluso esto te puede servir para comprobar si entre Dios y Vos han establecido un contrato, para confirmar si hay una alianza entre Dios y vos.

 

La primera característica es que ´los deseos del justo son buenos´: “Los justos no desean sino el bien, los malos también tienen sus esperanzas, pero van al fracaso” (Prov. 11, 23) En lo profundo de su corazón, la persona que es justa, siempre tiene el deseo de obrar bien, ´no son divisivos, no son destructivos, están dispuestos a aguantar inconvenientes, problemas y mal entendidos, siempre y cuando sea para algo bueno, de manera la decepción, la desilusión y la depresión regularmente son remplazados por la fé porque confían en Dios. “¡Bendito el que confía en Dios, y que en él pone su esperanza! Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente: no tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se inquieta, ni deja de producir sus frutos” (Jer. 17, 7-8)

 

La segunda característica es que ´los planes del justo son rectos´: “Los justos tratan de hacer el bien, los proyectos de los malos no son más que engaño. Son trampas las palabras de los malvados, pero los hombres rectos tienen la respuesta para escapar” (Prov. 12, 5-6) Como puedes ver, los malvados siempre andan con un interés oculto, por eso la palabra advierte ´son trampas las palabras de los malvados´, un interés engañoso, siempre están manchados con el egocentrismo “qué hay para mí” “cómo me voy a beneficiar yo”, cambiaran las palabras para que termines haciendo lo que ellos quieren. Los justos no tienen intereses escondidos. Los justos afrontan la vida con autenticidad. No están interesados en agradar a los demás, están interesados en hacer lo correcto. Los justos abordan las relaciones con los demás de una manera genuina, sin caretas, no utilizan a las personas, ni manipulan ni controlan, tampoco condicionan al amar, son rectos y simplemente permiten que Dios sea Dios en la vida de los demás.

 

La tercera y última característica que daremos, es que ´el corazón del justo es un corazón alegre´: “Más vale tener poco y ser honrado, que ganar mucho en forma indebida.” (Prov.16, 8)

“Por lo tanto, busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y se les darán también todas esas cosas” (Sn Mt.6, 33) Los justos no son dados a la envidia, prefieren quedarse sin algo que hacer lo incorrecto por ganancia personal. Como podes ver, el contentamiento y la paz personal son las marcas de los justos. San Pablo lo explica de esta manera: “Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte” (2Cor. 12, 10) “…he aprendido a arreglarme con lo que tengo” (Fil. 4, 11)

 

En conclusión, el camino a la rectitud es iniciar un pacto con Dios, una alianza con Dios por medio de Jesucristo, entendiendo que ser justos puede tener un gran efecto en nuestra  calidad de vida, pero también vimos que no siempre ese es el caso, porque es probable que en ocasiones si buscas ser recto termines metido en serios problemas, sin embargo establecer este pacto con Dios es muy necesario porque no hay otra manera en que podamos entablar una relación con él, es gracias a esta alianza que obtenemos la oportunidad de ser justificados por la constante trasgresión a su ley escrita en nuestros corazones. Sabemos que características podemos identificar en nosotros si caminamos en rectitud, claro, no significa que seremos perfectos pero estaremos en un pacto con Dios cumpliendo con nuestra parte lo que no proporciona una provisión para el pecado.

Así terminamos esta serie de Camino a la rectitud, fueron 5 artículos que espero te hayan sido de edificación. Para culminar te dejo estas dos preguntas:

 

¿Tenés un ´contrato´ con Cristo?

Después de que San Pablo describió el pecador miserable que era en Romanos 7, concluyo su discurso diciendo: “¿Quién me librará de este cuerpo, o de esta muerte? ¡Gracias sean dadas a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor!" (Ro.7, 24-25) Y escribió en Ro.8, 1 “Ahora bien, esta condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús. En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Esto no lo podía hacer la Ley, por cuanto la carne era débil y no le respondía. Dios entonces quiso que su propio Hijo llevara esa carne pecadora; lo envió para enfrentar al pecado, y condenó el pecado en esa carne”

 

¿Tus acciones son consistentes con las del justo? Deseas cosas buenas? Tus planes y pensamientos son rectos? Tu vida está caracterizada por el contentamiento? En su carta a los Filipenses San Pablo exhorta a no ser quejumbrosos ni plagueones: “Por tanto, amadísimos míos, que siempre me han escuchado, sigan procurando su salvación con temor y temblor; y si lo hicieron cuando me tenían presente, háganlo más todavía cuando estoy lejos. Pues Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle. Cumplan todo sin quejas ni discusiones” (Fil.2, 12-14)

 

Gracias por leer estos artículos y que te sea de edificación. Bendiciones!

 

Para el uso de éste articulo por otras fuentes, el siguiente crédito es requerido:

Material producido por r.c Revolución Cristiana Paraguay

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